muerde la manzana.


¿Se ríe usted?
-Sí, me río, porque eso que tú expones con palabras del día dicho está nada menos que en la Biblia.
-¡Bah!
-Sí, en el Génesis. Tú habrás leido que en el centro del Paraíso había dos árboles: el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal. El árbol de la vida era inmenso, frondoso y, según algunos santos padres, daba la inmortalidad. El árbol de la ciencia no se dice cómo era; probablemente sería mezquino y triste. ¿Y tú sabes lo que le dijo Dios a Adán?
-No lo recuerdo, la verdad.
-Pues al tenerle a Adán delante, le dijo: "Puedes comer todos los frutos del jardín; pero cuidado con el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, porque el día que tú comas su fruto morirás de muerte." Y Dios, seguramente, añadió: "Comed del árbol de la vida, sed bestias, sed cerdos, sed egoístas, revolcaos por el suelo alegremente; pero no comáis del árbol de la ciencia, porque ese fruto agrio os dará una tendencia a mejorar que os destruirá". ¿No es un consejo admirable?