Once instrucciones para empezar el día

Que se levante y abra la ventana.

Que el sol entre a raudales por sus brazos.

Que mire al cielo y que lo encuentre limpio.

Que brillen en sus ojos los tejados.

Que la brisa más leve acaricie su cara.

Que una mano invisible le toque el corazón.

Que mire un poco hacia el suroeste.

Que se cierren sus ojos un instante.

Que el pensamiento vaque perezoso.

Que sueñe con otra ventana que se ha abierto.

Que mire, sienta, sepa y siga viva.

Irene Sánchez Carrón