Mentirosa

Y escribiéndote epopeyas
y narrándote victorias
y escondiendo las heridas
y ocultando las derrotas;
y poniéndolo bonito
y callándome la boca,
¿para qué decir lo feo
si lo que no gusta sobra?

Tú te ríes, yo me río;
¿y qué si mi alma llora?
Si alegres son segundos,
para qué hablar de las horas.
Y te marchas sonriendo,
iluso, me dejas sola.
No sabes que tus sonrisas
la Vida a mí me las cobra.

Ante el espejo, me entreno,
ni una lágrima asoma,
actriz de comedia divina,
hipócrita, mentirosa.